No podría llamarme fan de Winding Refn, ya que Only God Forgives me parece muy irregular y no he visto The Neon Demon, pero Drive me fascina. Es una pena que la mercadearan como película de persecuciones, ya que de hecho es total y completamente lo contrario: es la anti-cinta de acción.
Este es el ranking con menos películas (again) pero también el más difícil a la fecha. Las vacaciones terminaron afectando la posibilidad de ver más cintas, pero vi varias películas que esperaba bastante y un par de sorpresas, muchas dignas de estar en primer lugar. Tal vez sirvió que viera pocas cosas, así pude reflexionarlas bien.
Ok, esto será breve (kind of). Recientemente vi la película Me Before You, que no me pareció buena pero es una comedia romántica inofensiva, so it doesn’t matter. Tiene sus momentos, los actores hacen un buen trabajo, me la pasé bien; pero es mala, let’s be honest. Pero de lo que quiero escribir es del final de la película, porque me pareció muy interesante la disonancia entre lo que comunica y lo que quiere hacernos sentir. Así que esto en realidad se debería llamar «Sobre el final de Me Before You». Va a haber spoilers, duh.
Hay pequeños dejos de talento en la dirección de Fant4stic, casi como si Josh Trank pidiera ayuda a espaldas de las malas decisiones de Fox. Hay tres situaciones en donde vi esto:
De niño me encantaba Spider-Man, era más que sólo «mi súper heroe favorito». Tenía todo un mueble lleno de juguetes, máscaras, peluches y películas del Hombre Araña, formó parte importante de mi desarrollo. Lo que para unos fue Pokémon, para mí fue Spider-Man. Evidentemente gran culpa de mi fanatismo fue de las películas de Sam Raimi, estaba tan enamorado de la saga que hasta Spider-Man 3 me pareció fantástica (tenía 10 años, no me juzguen).
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